Uno de los principales obstáculos que le ha restado a la ONU capacidad para regular y dirigir las estrategias en torno a la cooperación internacional ha sido la deficiente coordinación entre sus distintos organismos especializados. Una segunda deficiencia de Naciones Unidas es el reducido presupuesto con que cuenta para costear sus actividades, además del excesivo número de reuniones celebradas bajo el auspicio de sus instituciones, así como de los documentos que emanan de las mismas, además de la actual incapacidad de la ONU para asumir un liderazgo frente a crisis humanarías de gran magnitud y duración.
Dentro de las propuestas para reestructurar esta organización surgen varias cuestiones. En primer lugar, el órgano que debierá ser el decisorio es la Asamblea General, ya que si se pretende seguir los propósitos enumerados en el articulo 2, sobre todo la igualdad entre los Estados, debieran ser todos los Estados los que voten a favor y en contra de las cuestiones de seguridad, ya que se supone que la seguridad debiera ser colectiva, internacional, no en función de las potencias. Por otro lado, en caso de que se continuará con la existencia del Consejo de Seguridad, éste debierá ampliarse, ya que 15 Estados no son suficientes para hacer una elección justa y en proporción a los 177 Estados restantes. Dentro de éste, también debería evitarse el privilegio de los 5 permanentes, pero está claro de que las potencias no van a querer ceder estos privilegios, no van a abandonar el poder de incidir sobre las demás naciones.
Existen otras recomendaciones, por ejemplo, que se establezca una comisión para la consolidación de la paz, un nuevo mecanismo en las Naciones Unidas, en que tendrían participación el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, donantes y autoridades nacionales. Una comisión de esa índole, trabajando en estrecha cooperación con organizaciones regionales y las instituciones financieras internacionales, podría colmar una importantísima laguna en el sentido de prestar la atención necesaria a los países que salen de un conflicto.
Los Estados comienzan a tener interés por trabajar sobre la restructuración de la ONU, sobre todo por que la organización ya está demasiado desprestigiada. Al término de la 62 Asamblea General de Naciones Unidas (AGONU), mediante la adopción de la decisión 62/557, los Estados miembros decidieron iniciar las negociaciones intergubernamentales para la reforma del Consejo de Seguridad durante la 63 AGONU, mismas que dieron inicio el 4 de marzo de 2009. Se ha intentado encontrar un equilibro entre la agenda de la ONU para promover la paz y su agenda para el desarrollo. Esta tensión se ha expresado hábilmente en los intentos más recientes de autor reforma de la ONU a cargo del secretario general, Kofi Annan.
Actualmente el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se propone reestructurar los departamentos de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y de Desarme, para lo que deberá contar con el consentimiento de los 192 países de la Asamblea General.
La ONU no sólo debe buscar la simplificación de sus funciones, si no también abarcarlas todas para que la humanidad erradique los problemas económicos, políticos, alimenticios, sociales, etc. Como ya se mencionó anteriormente, cada día surgen nuevos problemas en el mundo, y la ONU trata de adaptarse a ellos con cambios en su estructura y en sus funciones para no ser obsoleta. Pero además de buscar la funcionalidad de esta organización, se debe buscar que su trabajo sea realmente resolver las necesidades de todos los Estados, de mantener la seguridad y la paz internacionales, y no de sustentar de manera legal los actos encaminados a conseguir los intereses de las potencias.
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